El objetivo de un ETF (Exchange Traded Fund) es replicar el rendimiento de un índice de referencia (o benchmark) adoptando una estrategia pasiva, a diferencia de los fondos de inversión que están teóricamente diseñados para crear valor para a través de una gestión activa. En una situación ideal, entonces, el ETF hará un seguimiento del rendimiento del índice de referencia, descontando los gastos de gestión. Pero no siempre es el caso.
Puede haber diferencias entre la rentabilidad del ETF y la de su índice de referencia debido a las comisiones de gestión o a la política del proveedor del ETF en cuanto a la distribución de dividendos. Sin embargo, en la mayoría de los casos existen diferencias temporales relacionadas con la liquidez del mercado subyacente.
Liquidez significa eficiencia
La liquidez de un ETF es la capacidad del fondo para responder a las órdenes de compra y venta de los inversores sin que eso tenga un impacto significativo en el precio. La liquidez refleja una serie de factores, principalmente la liquidez del mercado subyacente, pero también las características estructurales del ETF.
"El precio de un ETF en el mercado secundario se establece por los agentes del mercado de acuerdo con la tendencia de los precios del subyacente. Los ETFs se negocian de forma continua en las bolsas europeas. La orden de compra más alta para un fondo y la orden del venta más baja determinan el rango de compra y venta", explica en un informe Gregory White, jefe de mercados de Lyxor.
"La profundidad de las ordenes sobre un ETF muestra la capacidad del mercado para absorber todas las transacciones. En Europa, una parte significativa del intercambio de ETFs se realiza en el mercado extrabursátil (OTC) y no en bolsa. Las órdenes en el mercado OTC también contribuyen a la liquidez de un ETF."
La liquidez de un ETF se encuentra tanto en el mercado primario como en el mercado secundario. "En el mercado primario, los intermediarios especializados (los llamados Authorised Participants o Participantes Autorizados) tratan directamente con el emisor del ETF para crear (emisión de nuevas participaciones si la demanda es alta) o recomprar (eliminación de participaciones existentes si hay exceso de oferta) acciones del ETF", continúa el informe.
Distinguir entre cotización y valor liquidativo
Como el ETF tiene por función replicar un índice de referencia del mercado, sus activos se componen de los valores del índice en las mismas proporciones. Por tanto, el ETF tiene un valor liquidativo (o NAV o Net Asset Value) igual a la valoración ponderada de los valores que componen su patrimonio, dividido por el número de participaciones, como en cualquier fondo. No obstante, puesto que el ETF es un activo cotizado en un mercado, también tiene un precio que varía en función de la oferta y de la demanda en el mercado.
Los ETFs se negocian durante el horario de apertura de las bolsas de valores. Los inversores se benefician por lo tanto de la cotización intradiaria de manera eficiente, lo que les permite tomar decisiones de inversión en cualquier momento.
Los precios de los ETF no siguen simultáneamente el valor liquidativo. Si el precio de mercado de un fondo de gestión pasiva es superior a su valor liquidativo, se dice que negocia con una prima, lo cual es bueno para los vendedores y malo para los compradores. A la inversa, cuando el precio es más bajo que el valor liquidativo, esto favorece a los compradores y perjudica a los vendedores.
Los ETFs suelen negociar a un precio muy próximo al valor liquidativo ya que una posible diferencia crea una oportunidad de arbitraje para los creadores de mercado ("Authorised Participants" o "market makers") que puede crear y comprar libremente participaciones del ETF. Ellos sí pueden en realidad negociar el ETF al valor liquidativo del final del día.
Si la cotización se aleja del valor liquidativo estos jugadores recibirán el beneficio de la diferencia entre el precio de mercado del ETF y el valor liquidativo subyacente. En cualquier caso, a fin de no tener una diferencia muy grande, se suele calcular para cada ETF un valor liquidativo indicativo durante las horas de negociación.
En conclusión, entre los dos indicadores el más importante para los inversores que no sean creadores de mercado es, sin duda, el valor liquidativo.