Una semana difícil para las acciones a pesar de pocas novedades
A pesar de la ausencia de grandes noticias y de las señales positivas de estabilización en Iraq, la semana pasada fue difícil para la renta variable (con una caída a nivel global cercana al 1,5%). De forma sorprendentemente similar a lo visto durante el mes de abril, aquellos segmentos más caros del mercado sufrieron las mayores caídas, particularmente las pequeñas compañías estadounidenses y los valores de los sectores de biotecnología e Internet.
Rendimiento por encima de fundamentales
Una tendencia generalizada que estamos viendo en los mercados es el hecho de que el comportamiento en bolsa de las compañías es superior a sus fundamentales. Este fenómeno se ha producido en Estados Unidos pero también en Europa donde la renta variable ha caído cerca de un 5% desde sus máximos de junio, aunque todavía se encuentra un 20% por encima del año pasado. Los valores europeos todavía tienen valoraciones más atractivas que las compañías estadounidenses, pero ya no son tan baratas en términos absolutos.
La FED continua apoyando aunque el QE llega a su fin
Esto se explica en parte porque la política monetaria de la Fed sigue siendo extraordinariamente acomodaticia. Aunque está previsto que la Fed termine su programa de compras de bonos (QE) a finales de octubre, el banco central no parece tener prisa por subir los tipos de interés.
Con los tipos de interés a cero y con perspectivas de continuar así lo que queda de año, el dinero continua fluyendo hacia fondos de bonos.
En busca de valor
En este contexto de valoraciones elevadas y en el que las acciones dependen de las políticas monetarias de la Fed y son especialmente vulnerables a las noticias negativas, continuamos apostando por valor. En Estados Unidos esto significa inclinarse hacia valores de gran capitalización y fuera de los Estados Unidos los inversores, especialmente aquellos con poca exposición, deberían volver a mirar hacia los mercados emergentes.