En tiempos de volatilidad, los inversores pueden querer ampliar sus portfolios y buscar alternativas a los tipos de activos tradicionales. Una ampliación inteligente en el escenario actual podrían ser los bonos convertibles, un híbrido entre la renta fija y la variable que ofrece un mejor perfil de rentabilidad-riesgo que una cartera mixta de bonos y bolsa.
¿Qué es un bono convertible?
Los bonos convertibles son instrumentos de renta fija emitidos por compañías con acciones. Además de darle al titular el derecho a recibir cupones regulares y al reembolso del importe inicial al vencimiento, estos bonos se pueden convertir en un número predefinido de acciones de la compañía emisora (convertibles clásicos) o de otras empresas (canjeables).
Como resultado de la opción inherente de convertirlos en acciones, estos bonos ofrecen a los inversores una exposición defensiva a los mercados de renta variable. Para los bonos convertibles con sensibilidad media a la renta variable, la regla general es que su actuación captura aproximadamente dos tercios de mercados de renta variable alcistas y sólo un tercio de mercados bajistas.
En consecuencia, los bonos convertibles pueden ser atractivos para aquellos inversores dispuestos a exponerse a los mercados de renta variable pero que no quieren asumir el riesgo total de pérdidas de una inversión convencional en renta variable.
¿Cuáles son las ventajas de los bonos convertibles?
Añadir bonos convertibles a una cartera puede mejorar la diversificación y la eficiencia, al tiempo que se reduce el riesgo y el déficit esperado para el retorno. El perfil de rentabilidad convexo de los bonos convertibles, es decir su capacidad de capturar renta variable en alza mientras ofrecen un “efecto paracaídas” en los mercados bajistas, significa que pueden dar buen resultado en la mayoría de los escenarios de mercado posibles. Teniendo en cuenta el riesgo y la rentabilidad, los bonos convertibles han superado continuamente a otras clases de activos en el largo plazo.
En comparación con los bonos corporativos tradicionales, los convertibles ofrecen una fuente potencial adicional de rentabilidad procedente de su opción de renta variable y una sensibilidad a los tipos de interés relativamente baja. Esta última característica podría ser especialmente relevante actualmente, dada la posibilidad de que aumenten los tipos de interés y dado el limitado potencial (en un análisis histórico) de un mayor ajuste en el mercado de bonos corporativos tradicional.
Existen buenos argumentos para aumentar el peso en renta variable en 2015 –basados, por un lado, en la ausencia de otros lugares donde puedan depositar su dinero los inversores en busca de rendimiento y, por otro, en las expectativas razonables de un crecimiento global- pero con una volatilidad mayor en comparación con el año pasado. Los bonos convertibles están bien adaptados a este escenario, ya que ofrecen participación en mercados de renta variable en alza pero con menos exposición a los mercados bajistas que la renta variable convencional.
El mercado global de bonos convertibles está experimentado en la actualidad una alta demanda procedente de distintos tipos de inversores: inversores dedicados a los bonos convertibles, inversores de otros instrumentos de renta fija que están buscando un incremento de su rentabilidad y, por último, inversores de renta variable tradicional dispuestos a mantener la exposición a la renta variable pero con una aproximación más defensiva varios años después de la recuperación del mercado.
Cómo invertir en bonos convertibles
Creemos que un fondo gestionado de forma activa constituye la mejor forma de exponerse a los bonos convertibles, debido a la complejidad y a la cambiante liquidez de las estructuras de negociación individual, a la necesidad de diversificar y a las altas denominaciones mínimas para algunas emisiones.
Los gestores de activos consolidados cuentan con años de experiencia en la gestión de carteras de bonos de convertibles, así como con contactos y acceso al llamado no oficialmente mercado convertible, lo que puede traducirse en menores costes de transacción y en la oportunidad de participar en nuevas emisiones interesantes.
Marc-Alexander Knieß, gestor de carteras en Deutsche AWM
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