El precio del barril de Brent cayó el pasado 5 de enero por debajo del nivel simbólico de 50 dólares y ha continuado cayendo. Por el momento, el mercado parece estar centrado en la superproducción actual. De hecho, la oferta no procedente de la OPEP puede continuar aumentando en el primer semestre de 2015 debido a la inercia de la inversión y a la cobertura ante una posible subida de precios. Así, después de tres años consecutivos con elevados precios del crudo y baja volatilidad, el ajuste podría ser significativo.
Pero, ¿quién se beneficia de este descenso de los precios? En primer lugar, los países importadores. En términos generales, el petróleo más barato es bueno para el crecimiento en los países de la OCDE, lo que unido a los esfuerzos de los bancos centrales, impulsará la recuperación en la mayoría de los países y va a favorecer la mejoría europea, especialmente de la zona euro. Aunque el alcance de su impacto en la economía sigue siendo tema de debate: el FMI calcula que una caída del 30% agregará un 0,8% al crecimiento de los países desarrollados. Pero otros organismos señalan que conlleva una caída de la inversión en energía, que también repercute en el PIB. Además, hay que añadir que en las regiones donde la inflación ya es muy baja y la deflación es una amenaza, la caída de los precios no es necesariamente positiva.
En los países emergentes, el impacto del petróleo barato se puede examinar al observar las consecuencias sobre sus cuentas corrientes, por un lado, y sus cuentas fiscales, por otro. Por ejemplo, India se beneficiará, ya que el petróleo representa alrededor del 30% de sus importaciones. Así, las estimaciones sugieren que cada dólar que desciende el precio del petróleo supone un recorte de 700 millones de dólares de su déficit por cuenta corriente y fiscal. El menor precio del petróleo es también una buena noticia a corto plazo para Brasil, que es importador. Sin embargo,a largo plazo la situación podría revertirse debido a las inversiones en plataformas marinas, que ayudarán a que se convierta en un exportador neto de petróleo en los próximos años. Para Corea del Sur y Taiwán, la caída de los precios también es muy positiva para sus cuentas corrientes. Además hay países que están aprovechando la situación. Es el caso de China que, a pesar de la persistente debilidad del consumo, aumentó las importaciones en noviembre un 7,9% interanual, lo que se supone que es para aumentar sus reservas.
En lo que respecta a las compañías, las aerolíneas y empresas de transporte son las grandes beneficiadas. Un petróleo más barato les ayuda a recuperar sus márgenes. El sector de productos químicos, y en particular el segmento de nafta (utilizada en la destilación del petróleo, principalmente en Europa y Asia), verán una fuerte mejora de su competitividad. Y, por supuesto, también ganan los consumidores finales. El consumo de bienes y servicios debería mejorar tanto en los países desarrollados como en los emergentes. Los hogares pagarán menos por la energía y, por tanto, su poder adquisitivo aumentará.
No obstante, la caída de los precios del crudo también supone un lastre para algunos países, como es el caso de los exportadores. Hay regiones que requieren un precio del petróleo de 100 dólares para equilibrar sus presupuestos y se verán muy muy afectadas, como es el caso de Venezuela, Irán, Nigeria y especialmente Rusia, donde el petróleo representa el 51% de sus ingresos.
También afectará a los productores de petróleo de pizarra, ya que sus costes de producción son más altos que los del petróleo convencional.Para equilibrar los presupuestos, los productores pueden recortar la inversión prevista para 2015 o aumentar su endeudamiento. De hecho, un número cada vez mayor de empresas americanas está reduciendo la inversión para el próximo año en un 35%, según datos a 23 de diciembre de 2014. Sin embargo, la segunda opción no es viable, ya que los bancos y los inversores no están dispuestos a prestar a las compañías petroleras estadounidenses. Así, en 2015, el crecimiento en la producción de petróleo de pizarra podría reducirse a la mitad, a 0,5 millones de barriles diarios si el petróleo se acaba estabilizándose en 65 dólares.
En conclusión, los precios del petróleo se mantendrán poco volátiles a lo largo del primer semestre del próximo año y la reunión de la OPEP se celebrará en junio de 2015.
Especialistas de Edmond de Rothschild Asset Management (France)
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