Los ETF pueden tener una gran utilidad dentro de su cartera. Son baratos, flexibles y ofrecen una gran variedad. Pero para beneficiarse de lo que pueden ofrecer, debe resistir a la tentación corto-placista de perseguir los fondos más calientes del momento.
Los ETFs son vehículos de inversión muy versátiles, por lo que no existe una manera única de utilizarlos en una cartera. Evidentgementge también se pueden utilizar de forma especulativa.
Se pueden conseguir buenas rentabilidades invirtiendo de forma especulativa con ETFs. Lo que muchos inversores olvidan es que una inversión en un ETF no es una apuesta sobre el valor que atribuye el mercado a un pedacito de papel. Es una participación en decenas o centenares de compañías subyacentes. Por lo tanto, pensamos que la clave del éxito para batir al mercado utilizando los ETFs es centrarse en los fundamentales a largo plazo de las compañías.
Seguramente se está preguntando cómo puede ayudarle esto a batir al mercado. Si partimos del supuesto que el mercado, a pesar de todos sus movimientos a corto plazo, es eficiente a largo plazo, entonces habría que esperar que los precios de los activos converjan hacia sus valores intrínsecos. Por lo tanto, si el mercado está castigando a varias empresas, debido por ejemplo a un cambio en el sentimiento del mercado, pero que sin que se haya producido una variación en su valor intrínseco, entonces podríamos esperar que el mercado finalmente se de cuenta de su error y haga subir el precio de estas compañías hasta su valor correcto.
Precaución con los ETFs apalancados
Uno de los segmentos de mayor crecimiento dentro de la industria de los ETFs es de los ETFs apalancados e inversos. Estos fondos utilizan un gran apalancamiento para obtener mayor exposición al mercado (por ejemplo, dos veces la rentabilidad del DJ Stoxx 600), se ponen cortos en un determinado segmento del mercado, o ambas cosas. Aunque los ETFs apalancados e inversos pueden parecer atractivas herramientas de inversión, es importante comprender cómo estos ETFs funcionan antes de lanzarse a comprarlos.
Los ETFs apalancados e inversos NO están diseñados para mantenerlos como inversiones a largo plazo. Pueden originar resultados muy negativos cuando uno mantiene esos ETFs por un plazo mayor que su período de capitalización (generalmente un día en el caso de los ETFs de renta variable y a veces un mes en el caso de productos de materias primas), y está casi matemáticamente garantizado que conseguirá una rentabilidad que no será el doble de la rentabilidad del índice. De hecho, cuanto más tiempo mantenga uno de estos fondos, más aumentará la probabilidad de obtener una rentabilidad alejada del doble de la rentabilidad del índice. No sólo no se desviará la magnitud de la rentabilidad obtenida, sino que puede que incluso no consiga rentabilidades del mismo signo que la rentabilidad del índice de referencia.
Identificar una idea de inversión (por ejemplo, las acciones parecen baratas) es ya una tarea complicada. Intentar predecir el momento exacto en el que se puede cumplir esa idea es aún más difícil. Y adivinar el camino que recorrerá el precio (tanto en dirección como en volatilidad) es prácticamente imposible.
Si su intención es mantener un fondo apalancado o inverso por un periodo superior a su periodo de cálculo deberá acertar en todos estos factores para conseguir el doble de la rentabilidad del índice. En otras palabras, cuando uno utiliza el apalancamiento y rentabilidades compuestas, predecir cómo se comportará la inversión es sólo una parte del éxito. También deberá predecir correctamente el camino que recorrerá esa inversión.
Si usted está decidido en utilizar el apalancamiento durante un período de tiempo más largo que un día, lo más recomendable es hacerlo con una pequeña parte de su patrimonio. Cada vez que uno apuesta contra las probabilidades, estas tienden a convertirse en hechos matemáticos.
Estos fondos pueden utilizarse a corto plazo con fines especulativos. Si está dispuesto a apostar --no invertir-- sobre lo que hará un determinado sector o índice en un día o dos, entonces puede emplear estos fondos y que tenga suerte. Ahora bien, nunca hemos encontrado a ningún inversor que haya podido ejecutar consistentemente y con éxito esta estrategia.
En nuestra opinión, estos productos deberían ser vistos como herramientas de cobertura y especulación más adaptados para los inversores profesionales. Por ejemplo, un inversor institucional puede estar buscando cubrir una posición en un determinado sector. Los fondos inversos también pueden utilizarse con una perspectiva de control del riesgo ya que un inversor no puede perder más que su inversión inicial en este tipo de productos mientras que en una posición corta tradicional está teóricamente expuesto a pérdidas ilimitadas.
En conclusión, estos productos apalancados no son buenas opciones para invertir a largo plazo. Pero admitimos que hay inversores experimentados que aprecian la flexibilidad financiera que proporcionan estos ETF apalancados. Simplemente le recordamos que conviene vigilar muy estrechamente estos instrumentos.